Los problemas de salud mental no se limitan a una profesión concreta. Cualquiera puede acabar padeciendo ansiedad, depresión, estrés postraumático, TOC u otro trastorno mental.
Sintonizar con tus necesidades te ayudará a tener claro qué puedes y qué no puedes aceptar de tu futuro.
Vivir con una enfermedad crónica no es fácil. Puede que algunos días se encuentre relativamente bien. Pero otros días, los síntomas pueden ser más graves. Puede tener la sensación de que las personas que le rodean no siempre comprenden sus necesidades o limitaciones médicas.
Cualquiera puede sufrir un trastorno de estrés postraumático. Desde luego, no está limitado por el sexo. Sin embargo, al igual que ocurre con muchas otras afecciones mentales y físicas, las mujeres y los hombres pueden presentar síntomas diferentes.
Muchas personas descubren que el TDAH y la ansiedad van de la mano. De hecho, para muchas mujeres, el TDAH tiende a disfrazarse de ansiedad. Las mujeres que asumen que han estado luchando contra la ansiedad a veces descubren que sus síntomas de "ansiedad" eran en realidad señales de advertencia del TDAH. Puede llevar mucho tiempo recibir el diagnóstico adecuado.
Cuando tienes un bebé, puede parecerte imposible cuidar también de ti misma. Pero descuidar tu propio bienestar no es sano. Puede que no tengas tiempo para rutinas de autocuidado exhaustivas y lujosas, pero eso no significa que no puedas satisfacer tus necesidades básicas.
En determinados campos, hablar de la propia salud mental suele considerarse aceptable. Por ejemplo, muchos terapeutas tienen sus propios terapeutas. Los creativos suelen trabajar en proyectos en los que hablan abiertamente de sus problemas de salud mental.
Es fácil pensar que la infidelidad siempre se caracteriza por una aventura física. Pero la infidelidad emocional también puede ser dolorosa.
Es fácil suponer que el trauma es exclusivamente un problema de salud mental. Pero los traumas pueden afectar a todos los aspectos de la vida, incluida la salud física.
Cuando alguien vive un acontecimiento traumático, puede acabar desarrollando un trastorno de estrés postraumático. Aunque vivir un trauma no siempre conduce al TEPT, muchas personas que lo sufren acaban padeciendo esta enfermedad.